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Emprender puede ser un sueño o una pesadilla

Puede convertir tu vida en un “paraíso” o en un infierno

 

Ambas cosas son posibles

Lo más importante para emprender (con éxito) no es lo que la mayoría piensa.

 

Eso también es importante, pero no lo más importante.

 

Enseguida te cuento por qué.

 

Pero antes quiero hablarte de algo que no logro entender.

 

Bueno, entender puede que lo entienda, pero me parece un peligro.

 

Un peligro innecesario.

 

Un riesgo totalmente evitable.


 

Te pongo en situación.


 

Una de mis grandes ilusiones es aprender a hacer surf.

 

Siempre lo ha sido.



No sé si por la combinación del mar y el deporte o por la idea “romántica” (y poco realista) que tengo en la cabeza sobre ello.


Esa que nos venden.


 

Porque hacer surf, no es practicar un deporte. El surf es un estilo de vida, una actitud, una forma de entender el mundo. O eso nos venden.


 

Piénsalo.

 


¿Qué te viene a la cabeza cuando piensas en el surf o en un surfista?


Piensa en las pelis que has visto sobre el tema. En Hawái, California, Australia…


Pues eso mismo pasa en el mundo el emprendimiento.


Yo le llamo “Emprendilandia”.


El caso es que, sea por lo que sea, yo tenía mucha ilusión por aprender. Y lo hice.


Fue hace unos años en Famara (Lanzarote).

 

Visité las escuelas que hay, elegí una y me apunté a un curso.


La gente de aquella escuela es de la que vive por y para el surf.


 

Estaba emocionada. Uno de los profes vivía 3 meses como monitor de esquí en la montaña y 9 en la playa surfeando. Mi sueño de adolescente.


 

Suena bien, ¿no?


Pues ¡ojo!, que todo depende.


Depende de lo que creas que eso significa.



De la imagen más o menos “idílica” o realista que tengas en la cabeza.


El caso es que hay algo que me llama la atención.


Te puede parecer que es de sentido común, algo que se da por hecho.


Pero a estas alturas de la peli ya hemos visto de todo, así que insisto, me llama mucho la atención.

 

Cuando me apunté al curso nadie me preguntó si sabía nadar y si me daban “respeto” el mar y las olas.


Lo sé, se sobreentiende que si quieres hacer surf…

 

Pero…


Para entrar a EEUU te preguntan si llevas armas y si vas a matar a su presidente.

 

Sin embargo, cuando vas a meterte con una tabla en un mar donde esperas que haya “buenas“ olas, que sin duda te van a dar más de un revolcón, nadie te pregunta si sabes nadar y mantener la calma mientras la ola te engulle violentamente bajo el agua sin dejarte salir a la superficie.


 

¿No es increíble?

 

A mí me lo parece.

 

Me parece casi tan increíble como cuando alguien decide emprender 

sin preguntarse si está preparado para ello.


 

O como cuando alguien te vende, tipo “acoso y derribo”, su estrategia “infalible” para petarlo sin saber si encaja contigo y si estás preparado para ponerla en práctica.


 

(Las estrategias son importantes, pero como te he dicho hace un momento, ni de lejos lo más importante.)


 

Esa, la de venderte “su cosa” como algo infalible para hacerte de oro y tener un “fueron felices y comieron perdices”, es la estrategia perfecta para acabar con tus ganas de emprender para siempre. Y agarrarle hasta tirria.


 

Es la que utilizan muchas empresas para deshacerse de los empleados que ya no quieren.


Lo he visto muchas veces.


En las empresas y en el emprendimiento.

 

No falla.


 

Mira.


Cuando trabajaba en, llamémosle X (que no quiero líos legales), una multinacional con miles de empleados, me propusieron un reto que acepté y del que aprendí más de lo que había aprendido en toda mi vida hasta ese momento.


 

Me pidieron que fuera a uno de los centros más conflictivos que en aquel momento tenía la empresa en España, a cumplir con una misión. Una misión “secreta”.


 

Encarrilar aquel centro y vigilar a mi director.


¿Te imaginas el papelón?


Al pobre le habían enviado allí “a morir” y querían asegurarse de que su treta estaba funcionando.


 

El equipo de aquel centro (casi) al completo era un desastre. Más de 70 personas. Aquello era la ciudad sin ley.


 

Era como el típico instituto en barrios marginales de las pelis, donde mandan a un profe tras otro porque ninguno aguanta más de 1 semana.

 


No entraré en detalles porque haría este texto muy largo y no es el plan, pero yo creo que pillas la idea, ¿no?

 


Pues ahí, a esa ciudad sin ley, mandaron a mi director. Y lo hicieron sabiendo que sería uno de esos profes que abandona en una semana, porque aquello le quedaba muy grande.

 


No estaba preparado ni de lejos. No era la persona adecuada para aquella situación. No en aquel momento. No tenía ni el conocimiento ni la experiencia.

 

Aun así le enviaron. Por eso le enviaron.

 

Y lo lograron.


Después de sufrir lo indecible durante un par de meses no pudo más. La situación le superó. Le pudo la presión y dimitió. Estaba destrozado.


 

Fue doloroso duro ver cómo el estrés, la frustración y la desesperación le iban devorando día a día. Aquello le quedaba grande. Muy grande. Enorme.


Y la empresa lo sabía. Ese era el plan.


A él le tendieron una trampa de la que no podía escapar.


 

Le hicieron pensar que confiaban en él y le ofrecieron un ascenso en una situación retadora en la que le dijeron que le iban a apoyar ¿Cómo lo iba a rechazar?


 

Él no tenía elección. Eran sus jefes. Le tentaron. Le engañaron.


Tú sí tienes elección.

 

Tú puedes (y debes) asegurarte de que sabes nadar y “disfrutar” de los revolcones de las olas antes de lanzarte con tu tabla al océano.


Mis días de aprendizaje con la tabla fueron algo accidentados.

 

Pero sabía nadar.

 

Me he criado en el mar Cantábrico. Las olas y las corrientes no son nuevas para mí.

 

La sensación de estar dentro de una lavadora en pleno centrifugado no me hace perder el control. Incluso me divierte.

 


Pero tengo que admitir que cientos de surfistas cruzándose en mi camino con riesgo de chocarnos, no me divertía tanto. Sobre todo, cuando no tengo el dominio de la tabla para esquivarlos.


 

Además, la pasión y las ganas me hicieron ignorar que no estaba del todo preparada. Hacía poco me había lesionado un hombro, ya estaba mucho mejor, pero la tralla que se le mete al remar sobre la tabla fue demasiado.

 


Tras el primer día de clase no podía levantar el brazo. Tuve que hacer un parón hasta recuperar.

 

Y es que, hacer surf no es lo que parece. Al igual que emprender puede no ser lo que imaginas.

 

Tras esos segundos de libertad surcando las olas, deslizándose a tope de adrenalina sobre el agua con esas poses tan atractivas, hay muchas horas de espera, de frío, de riesgo, de sustos, de técnica aprendida y perfeccionada, de caerse de la tabla y volver a subir, de fortalecer el core para mantener el equilibrio, y la espalda para remar hasta las olas, girar e impulsarse sobre ellas.

 

Claro que los monitores son profesionales. Saben lo que hacen.

 


Y, aunque no te preguntan si sabes nadar, antes de dejar que te metas en el agua, te enseñan (y practicas hasta dominar) los básicos con la tabla sobre la arena. También te hacen estirar y calentar antes de cada sesión. Luego, están en el agua controlando que todo está en orden sin quitarte el ojo de encima.


 

Son como ese profesor de autoescuela que impide que te estampes contra otro coche, te caigas por un barranco o atropelles a alguien.

 


Como emprendedor, no hay copiloto que pueda frenar por ti, ni monitor que te saque de debajo del agua si te golpea la tabla o te engulle una ola.

 

Como emprendedor estás solo.


Y una nube de “engatusadores” a tu alrededor tentándote con sus promesas.

 


Antes de meterte en el mar, de seguir a alguno de estos “engatusadores” o de emprender la marcha en solitario en busca de aventura, asegúrate de que quieres esa aventura, de que estás preparado para ella y de que cuentas con lo básico para tu supervivencia ante cualquier sorpresa que venga.

 

Porque vendrán.


Echa un vistazo a lo que te espera, evalúa lo que ya tienes y cómo desarrollar lo que te falta.

 

Haz tu plan de entrenamiento y ponte manos a la obra.

 

Es un plan de por vida.

 

Tu plan.

 

El plan que te permitirá, no solo sobrevivir, sino disfrutar de tu vida como emprendedor, pase lo que pase.


Da igual si estás pensando en emprender, si acabas de empezar o si llevas años en ello.

 

Es el plan al que volver siempre.


Ahí está el “secreto” de cualquier emprendedor de éxito. Los básicos son la clave. Los cimientos que sostienen todo.



¿O acaso crees que Rafa Nadal no necesita entrenar?

 

Yo estoy aquí hoy porque aprendí a nadar en el bravo mar Cantábrico, con olas rebeldes, corrientes insistentes y remolinos.


Porque aprendí los básicos y construí unos buenos cimientos que nunca dejo de cuidar.

 

Son cómo los músculos, una vez los desarrollas cada vez cuesta menos mantenerlos, pero si dejas de darles proteína de calidad y de prestarles atención, desaparecen.

 


Y en este reto te enseño a crear los tuyos, para que ninguna ola ni corriente te asuste tanto que no quieras volver al mar.



Para que sepas lo que hay y decidas lo que quieres y lo que no.

 


Y si decides que sí, que quieres emprender (o seguir con ello), que nada ni nadie te quite las ganas ni te haga desistir.

 


Para que sepas lo que necesitas, por dónde empezar y cómo hacerlo. Te enseño paso a paso cómo hacer eso.


 

Mucha gente lo subestima, ya sé que te lo he dicho antes, pero no exagero.


Sinceramente, es una (mini) inversión increíble para tu carrera como emprendedor.

Esto es, entre otras cosas, lo que trabajas en el Reto:

  • Algo sin lo que no puedes emprender. Si no lo tienes, ni estás dispuesto a tenerlo, no emprendas. Y si ya lo estás haciendo, déjalo. No te va llevar a nada bueno. (Te lo cuento el día 1 al principio del audio)

  • Una manera totalmente contraintuitiva de pensar y actuar, pero que es esencial para tener éxito emprendiendo (y que casi nadie hace. Lo verás el día 6.)

  • Por qué crees que hay algo que te frena, pero que en realidad es otra cosa. Nos pasa a (casi) todos y es súper fácil de entender y de cambiar. (El día 14)

  • La competencia clave de todo emprendedor y el gran mito que te impide desarrollarla. (Día 15)

  • El error infantil que destroza casi todo tu trabajo previo y te aleja de los buenos resultados. Y cómo evitarlo, claro. (Día 16)

  • La regla que te liberará para siempre de la prisión en la que estás, y disparará tu emprendimiento. (Aunque ni siquiera sepas que eres prisionero. Día 7.)

  • La forma de evitar el error de la desesperación. (Te lo cuento el día 15. En esto cae casi todo el mundo, incluso la gente con años de experiencia.)

  • La clave más simple, y a la vez compleja, que desatasca tu progreso y que casi nadie aplica. (No podrás creer que sea cierto. Día 11)

  • Por qué eres tu peor enemigo para emprender con éxito y cómo dejar de serlo. (Nos pasa a todos, “solo” hay que darse cuenta. Día 21)

  • Un error de concepto muy común que acaba con negocios y arruina vidas. (Día 12)

  • Una habilidad, tan necesaria para tu negocio como satisfactoria y divertida, que te estás perdiendo por ideas estúpidas y sin sentido que tienes en la cabeza. (Es la razón principal por la que quiebran la mayoría de los negocios y lo verás el día 10)

  • Y muchas más cosas…


  • ¿Precio del Reto Emprende con Éxito?*

     

    67€

    

    (*) Impuestos incluidos.

    

    P.D. Mi curso de surf fue increíble. A pesar de mi hombro lo disfruté como una enana. Nunca dejo morir a la niña que hay en mí (como en todos) y eso hace que disfrute de todo lo que hago. Eso, y el saber dónde me meto para estar siempre preparada.

     


    Durante muchas semanas practicaba la posición sobre la tabla en cualquier momento y en cualquier lugar… ¿vergüenza? ¿qué es eso?

     


    Aún lo hago de vez en cuando, porque cuando sabes lo que quieres, y estás lista para lo que venga, no hay nada ni nadie que pueda quitarte la ilusión, las ganas y la capacidad de seguir adelante.


     

    Y de eso va este reto, de darte las herramientas básicas que necesitas para emprender, no solo con éxito, sino disfrutándolo a tope. (Y no hablo de herramientas técnicas)

     


    Porque para emprender con éxito, primero tienes que convertirte en emprendedor (que es mucho más que darte de alta en autónomos). Y eso no se hace de la noche a la mañana.

     


    Asegúrate de saber nadar antes de lanzarte al mar con tu tabla y de soñar que eres Kelly Slater, porque si no, te ahogarás en cuanto la primera ola de la vuelta a tu tabla y te la eche encima (y créeme, eso pasará muy pronto y muchas veces).

     

     

    Cosas que quizás te estés preguntando:


    ¿Cómo es este reto, en qué consiste? ¿Cómo lo hago?

     

    Consiste en 25 audios "principales" de una duración media de 20 minutos y 3 audios extras (por si quieres profundizar en algunos temas), un plan de progreso para asegurarte de que llegas hasta el final y un cuaderno de trabajo de 60 ginas.

     

    Está alojado en Hotmart, una de las mayores plataformas de cursos online, así que en cuanto hagas el pago recibirás 2 emails suyos, uno con la factura y el otro con tus datos de acceso.

     

    Con esos datos entrarás a tu área de miembros.

     

    En cuanto entres podrás escuchar 3 audios, el de bienvenida, el de las instrucciones y el de calentamiento. También tendrás disponible para descargar el planning y tu cuaderno de trabajo.

     

    A partir de ahí, cada día se te irá desbloqueando un audio durante los 21 días del reto, para que lo escuches y rellenes los ejercicios de tu cuaderno de trabajo.

     

    Tendrás acceso a tu área de miembros durante 6 meses desde la fecha de compra. Pero mi recomendación es que lo empieces el mismo día de compra.

     

    La experiencia demuestra que si no lo empiezas inmediatamente después de la compra se convertirá en uno más de tu colección de cursos, programas o libros que nunca harás.

     

    Este reto es muy bueno, te lo garantizo, marcará la diferencia entre que tu vida como emprendedor sea un “sueño” o una pesadilla…. Pero solo SI LO HACES y TE IMPLICAS.

     

    ¿Cuándo tendré acceso?

     

    En cuanto lo pagues. 

     

    ¿Es adecuado si aún no sé si emprender es para mí?

     

    Es perfecto. Te dará una visión amplia de lo que implica (más allá de los temas propiamente empresariales) y eso te permitirá tomar una decisión bien informada pudiendo valorar todas las implicaciones.

     

    Y si decides que sí, que quieres emprender, estarás listo para cualquier sacudida de las olas o corrientes traicioneras. 

     

    Además, aunque finalmente decidieras no emprender, muchas de las cosas te van a servir igual para tu vida, tanto profesional como personal.

     

    Al final, emprender y vivir es lo mismo.

     

    ¿Es adecuado para mí si ya estoy emprendiendo?

     

    Sin duda. De hecho, está pensado para ti.

     

    ¿Es adecuado para mí si llevo años emprendiendo?

     

    Si estás leyendo esto es que, como la mayoría de emprendedores, a pesar de llevar años en ello, hay algo que no termina de estar como a ti te gustaría o como esperabas cuando decidiste embarcarte en esta aventura. 

     

    Así que sí, este reto es perfecto para ti.

     

    De hecho, lo es para todas las personas que emprendemos. Es una guía para tener cerca y seguir trabajando hasta el final de nuestros días como emprendedores

     

    Son los básicos que yo sigo y seguiré trabajando for ever. Los que me permiten mantenerme en este camino a pesar de los reveses (que son muchos) y seguir disfrutando pase lo que pase.

     

    Los que me permiten, en definitiva, seguir emprendiendo con éxito.


    ¿Cómo sé cuál es el precio en mi moneda?


    Cuando pinches en el botón rojo que dice "Quiero empezar el reto" o "Me apunto al reto" se te abrirá la página de pago de Hotmart y, si estás en tu país, te saldrá directamente en la moneda local. 


    También verás los diferentes medios de pago que se aceptan para tu país.


    Si Hotmart no trabaja con la moneda de tu país, te reflejará el importe en USD.


    Si estás fuera de tu país en el momento de la compra y Hotmart no lo detecta automáticamente, puedes seleccionarlo de manera manual arriba a la derecha donde está la bandera del país en el que te encuentras y dice "cambiar país".


    ¿Es una buena inversión?

     

    ¿67€? Sin ninguna duda.

     

    Si estás dispuesto a saltar al agua con tu tabla sin saber nadar, perfecto, es tu decisión. Nada que decir.

     

    Si no te importa sufrir a cada revolcón de las olas, estar a merced de la corriente y correr el riesgo de chocar con otros surfistas o de que tu tabla te deje K.O de un golpe en la cabeza, suerte. De verdad, suerte.

     

    No seré yo quien intente convencerte de nada.

     

    Es obvio que no estás preparado para este curso acelerado para emprendedores. No pasa nada. No es tu momento. La vida son momentos.

     

    Pero si quieres ir con la “tranquilidad” de saber dónde te metes, lo que puede va a surgir cuando lo hagas y tener un plan para surfearlo disfrutando de las olas, este reto es TU reto.